¡Hola a todos una vez más! Este post va dedicado a todos aquellos habituales que adquieren gafas de sol en mercadillos, bazares o establecimientos no homologados ni especializados... En definitiva, marca “la pava” como decimos aquí en España. A ver si conseguimos hacerles ver el peligro que este hecho supone para sus valiosos ojos.
Por tanto, la idea del post es concienciar a la sociedad y despejar toda clase de dudas sobre que efectos negativos puede tener el uso de unas lentes que no protejan frente a los rayos del sol, el enemigo número uno como digo siempre.
Bien… para demostrar que todo ésto de las gafas falsas no es una leyenda urbana ni una milonga inventada por los ópticos para ganar más dinero, ¡como dicen por ahí!, vamos a ofrecer una serie de datos y alguna imagen interesante sobre el tema.
No hace falta decir que el sol es perjudicial para los ojos, eso ya lo sabemos, pero de lo que si hablaremos, de forma resumida, es de los distintos tipos de radiaciones que emite el sol y los efectos de cada una en el ojo.
Así, tenemos las siguientes radiaciones según sus longitudes de onda:
1) Los rayos ultravioleta, los cuales son invisibles para el ser humano, se clasifican en:
- Ultravioleta C (UVC), con longitud de onda entre 100 y 280 nm. Son de poco interés, ya que no penetran la atmósfera de la Tierra, por tanto no hay que temerles.
- Ultravioleta B (UVB), con longitud de onda entre 280 y 315 nm. Son los que tienen mayor energía y por tanto son muy dañinos. Afectan a la córnea y al cristalino mayormente.
- Ultravioleta A (UVA), con longitud de onda entre 315 y 400 nm. Aunque tienen menor energía que los UVB, penetran más en el ojo, llegando a la retina, dañándola. Aparte pueden producir cataratas a largo plazo, entre otras cosas. Son, por ello, los más perjudiciales.
2) La luz visible, que es la que nuestros ojos perciben, se extiende entre los 400 y 700 nm.
3) Los rayos infrarrojos, los cuales también son invisibles para el ojo humano. Su longitud de onda se mueve entre los 700 nm y 1 mm. Esta radiación es la responsable del calor que proporciona el sol. En condiciones normales no dañan los ojos.
Luz ultravioleta |
Perfecto, ya tenemos la teoría, ahora pasamos a la práctica, la cual está muy clarita. Lo que hay que hacer para proteger los ojos del sol es adquirir unas gafas de sol. Pero no unas gafas cualquiera ni en un sitio cualquiera, como es muy habitual hacer… ya sea por temas económicos, desconocimiento del peligro que suponen estas lentes falsas, etc, si no unas gafas con lentes que te garanticen una protección frente a los rayos del sol. Por supuesto hay que acudir a un establecimiento óptico de total confianza, nada de top-mantas, mercadillos ambulantes y demás calaña.
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Para dar fe del fraude que supone la venta de semejantes lentes (si es que las podemos llamar así) he conseguido una imagen muy interesante para dotar al post de fundamento, gracias a un compañero de nuestro foro de ópticos-optometristas que me ha estado ayudando con este post. Os dejo la imagen:
Lente solar de imitación en un medidor de rayos UV |
Este aparato es un medidor de rayos UV que te indica la longitud de onda máxima de la radiación que bloquea la lente que coloques. En la foto, la lente que hay puesta es una imitación de Ray-Ban y podemos observar que el lector marca 0, cuando debería de leerse unos 400 nm, que es el rango más amplio y el que suelen tener hoy en día la mayoría de lentes con un mínimo de calidad. En definitiva, usar esa lente es como ponerte en los ojos el culo de un botellín de cerveza.
Atendiendo un poco al tema económico, el pretexto que mucha gente alega es el de querer ir a la moda pero por otro lado se quejan del alto precio de las gafas en la óptica, por lo que acaban comprando gafas de imitación a precios de risa. Tú pones precio a tu salud, la cual en mi opinión no tiene precio, teniendo en cuenta que luego muchos de nosotros (me incluyo) gastamos dinero en cosas de menor importancia. Llevar unas gafas de imitación que no protegen del sol es como usar una toalla mojada para secarte, o sea… ¡no vale pa ná! Ninguna de ellas cumple su objetivo.
Además, puestos a ahorrar, mejor ahorrarse hasta las gafas de imitación. ¿Por qué? Pues porque las gafas de sol falsas y de mala calidad debido a sus cristales oscuros, sí que hacen que pase menos cantidad de luz al ojo, lo que te hace estar más cómodo en días soleados, pero este hecho presenta un problema. Al entrar menos luz al ojo, la pupila se dilata como sabemos, por lo que pasa mucha más radiación ultravioleta (UV) que las gafas falsas no neutralizan… por tanto te puedes imaginar el desastre. Si a todo ésto le sumamos las aberraciones y distorsiones de las lentes de mala calidad, ¡apaga y vámonos!
Me gustaría también comentar que os sorprendería ver el número de gafas graduadas que no llevan ningún tipo de filtro UV. Perdona… ¿gafas “de ver” con filtro UV? ¡Pues sí!… también llevan su protección para el sol, al menos toda aquella que se precie debería llevarla. Aquí en España, la gran mayoría de lentes de calidad que se comercializan llevan dicho filtro. Las lentes orgánicas cortan, dependiendo del material, entre 350 y 400 nm. y las minerales alrededor de los 330 nm. Por tanto, las orgánicas ofrecen una mayor protección. Apuntar que, por lo general, las lentes orgánicas CR-39 (muy usadas y más económicas) no suelen llevarlo. En el caso de que llevara filtro UV siempre vendrá especificado.
Deslumbramiento en Casablanca (Marruecos) |
Para ir acabando, cierro el post con las ideas clave que hay que tener en cuenta:
- Unas gafas de sol decentes deben reducir la radiación de luz visible directa, mitigando así la fatiga ocular por el sol. Evidentemente deben impedir el paso de los rayos UV. También son muy útiles porque eliminan reflejos y aumentan el contraste, siendo esto muy recomendable para la conducción. Además es un buen complemento estético, que oye… ¡siempre viene bien!
- Algunos consejos para la conducción: si vas a utilizar gafas del sol en el coche, éstas no deben absorber más del 20% de luz, para que en caso de túneles o lugares sombríos no quedarse “a oscuras”. Existen unos modelos muy interesantes para la conducción que consisten en gafas degradadas, con la parte superior más oscura evitando así los deslumbramientos, y la parte inferior más clara. También el uso de cristales polarizados elimina reflejos indeseables.
- Recuerda que el uso de gafas de sol homologadas y garantizadas por profesionales reduce hasta en un 20% los problemas visuales y oculares… ¡No te la juegues!
- Al comprar tus gafas de sol, hay que prestar atención a la marca "CE" como estándar mínimo de calidad. Aparte se debe cumplir el estándar europeo sobre gafas de sol (EN 1836:1997), así como exigir que la gafa tenga especificado el número de categoría de filtro (factor de absorción).
*[Para saber más sobre los tipos de filtros: http://optica-porlacara.blogspot.com/2010/12/cuidados-de-la-vision-en-la-practica.html]
- Debido a que la radiación UV se refleja en superficies como la nieve, el agua y la arena, el riesgo es especialmente alto en la playa, al igual que en la navegación o en zonas de montaña.
- No limites el uso de tus gafas de sol sólo en la época estival, ya que, aunque en menor medida, el sol siempre acecha, incluso en días nublados (las nubes dejan pasar el 90% de la radiación UV). Recomendable usarlas en cualquier época del año cuando realices actividades en el exterior.
- Las horas de mayor riesgo son las centrales del día, entre las 12.00 y las 16.00, por tanto evita en la medida de lo posible esta franja horaria, especialmente en verano y con especial cuidado en países que estén cercanos al ecuador.
- Tener especial atención con los más pequeños, ya que ellos pasan mucho tiempo al aire libre, siendo muy vulnerables al sol. Muchos padres ya equipan a sus hijos con unas gafas de sol, sobre todo en la playa y en la montaña, o en un largo día al aire libre.
- Conviene advertir que las gafas de sol no están indicadas para proteger las estructuras oculares en la observación directa de los eclipses solares o para broncearse con rayos UV.
- Recuerda que es mejor no llevar nada que llevar unas gafas de mala calidad.
- Protege tus ojos del sol si has sido sometido a alguna cirugía.
- Usar un sombrero o gorra reduce la cantidad de rayos que entran al ojo, en casi un 50%.
- Si tienes alguna duda pregúntale a profesional de la visión.
Pues nada, hasta aquí hemos llegado, así que un saludo y ¡gracias por visitarnos! Si quieres seguir leyendo nuestro blog no te olvides de apuntarte a nuestra página en Facebook, para así poder avisarte de las nuevas entradas que se vayan publicando.
Juan Carlos – Estudiante Óptica y Optometría UCM.
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2 comentarios:
Hola! Me alegra ver que has publicado mi artículo por estos lares!! jeje para lo que quieras aquí estamos!
Un saludo!!
Está muy currado,enhorabuena! :)
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